(Foto de GPUPDATE Sutton)
Finalizó el periplo de la Fórmula Uno por suelo Norteamericano. Sí, norteamericano porque México queda mas arriba de Centroamérica contrario a lo que algunos creen. También es cierto que en Junio se sucedió el Gran Premio Canadiense que quizás, debería formar parte de esta fantástica trilogía de manera consecutiva para así afinar la logística de la que el circo se precia.
La coronación de Lewis Hamilton en Austin demostró la clase de volante a la que pertenece. Siempre es difícil divisar y separar el talento humano de una máquina ponderosa como es el caso del W06 híbrido pero Lewis exhibe algunos matices que van mas allá de la excéntrica personalidad que ultimamente exhibe sin mayor pudor. Por ejemplo, su agresiva arrancada en suelo texano para rozar rueda a rueda con su compañero y resolver en adelante su coronación con victoria.
Hamilton no es un piloto «bueno» sino un volante aquilatado que tomó una decisión magnífica cuando firmó por Mercedes. Dejó su zona de confort y su hogar de competición para afinarse en la ambiciosa estructura germana y ahora disfrutar las mieles del éxito.
Austin fue una justa sazonada por el factor lluvia lo que le convirtió en la carrera mas entretenida del año. Buena nueva ante un hostil Ecclestone que sorprendió días antes afirmando que USA era «Como una gran isla que cree tener lo mejor del mundo» y que «La F1 no tiene porqué expandirse por territorio norteamericano» ¿Cómo? ¿No hasta hace mucho un Gran Premio en las calles de New York era la tentación al máximo? El anciano gobernante de la Fórmula Uno posiblemente olfatea nuevos escenarios en tierras lejanas y la negativa de expansión en Estados Unidos le llevan a preparar el terreno para una nueva salida.
Esta idea, se fortaleció con México. Bernie esta en éxtasis por el nivel de entusiasmo, organización, concepción y ejecución del GP en una de las ciudades capitales mas pobladas y caóticas del mundo pero que tiene también una poderosa identidad combinada con una ancestral historia de pasión por los autos y concretamente por la Fórmula Uno.
Uno adivinaría que de las casi 130mil almas que plenaron por tres días consecutivos al Hermanos Rodriguez, una proporción nada despreciable no tenía nada que ver con el mundo a motor. Esa porción fue motivada por el entusiasmo circundante que se transformó en un delicioso bullicio que eclipsaba el sonido de los roncos V6. Además, la presencia de un local -Checo- fue motivo suficiente para que esperaran un milagro que aunque nunca llegó, les mantuvo el alma en vilo durante las 71 vueltas del domingo.
Mujeres hermosas, actos culturales afinados, identidad estupenda de combinación latina y al tiempo, americana en su pura esencia. Gastronomía, honrar a Mansell con una curva en su nombre. No se les escapó nada. Lamentablemente el «tarmac» del suelo eclipsaría los 366kmh que se acercaban a un record de velocidad terrestre. Adelantar, fue una proeza y la zona lenta era eso: Lenta. Emulaba al Indianápolis de la década pasada.
Aparte de Hamilton, hemos tenido algunos protagonistas consistente. Red Bull no deja de sorprender por su lucidez en pista, Kvyat bajo la presión de rumores que suponen un ascenso meteórico de Verstappen al equipo «madre». El ruso ha lucido lo suficientemente presionado para incluso dominar a Ricciardo con autoridad.
Mientras Raikkonen no pierde oportunidad para deslucir por méritos propios y ajenos, Bottas consumó una vistosa venganza que posiblemente tenga otro episodio si existe la oportunidad en Brasil o Abu Dhabi. Para Valteri no hubo sanción.
Vettel falló estrepitosamente para crear un ambiente desastroso para Ferrari en la tierra de los cuates. Evitó además, el dominio sobre Rosberg que se afianzó en el segundo lugar con su tensa pero bien tejida victoria en suelo del DF. Hamilton, quería esa victoria y ha demostrado que va a ir por cada circuito que reste aunque ya este coronado.
Aparte de la animosidad de dominio de Checo a Hulkenberg (Que tomó venganza en suelo del local) Force India capta la atención de otra manera: Podrían traer una marca de vuelta como lo es Aston Martin. El equipo de Mallya despega de los complicados Lotus cuya confirmación de Palmer al lado de Maldonado demuestra que sigue operando preventivamente a alguna complicación final en la recompra de Renault.
Williams resucitó a manos de Bottas en los Hermanos Rodriguez. Al fondo, Sauber, McLaren y Manor debaten sus carencias. Honda ¿podría sorprender a McLaren con una proveeduría de motores a los energéticos dada la negativa de Renault a rehacer paces? Que caro se paga la arrogancia Mister Mateschitz. Mientras, Dennis intenta hacer un ejercicio de poder y veto para impedirlo.
Y hablando de Veto, la posibilidad de una Formula Uno vigorizada para 2017 hace pensar que 2016 será simplemente un año de trámite y asentamiento.
Nos vemos en Brasil