Archivo mensual: diciembre 2019

El TOP TEN de pilotos 2019 y el piloto del año.

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El TOP TEN de pilotos 2019 y el piloto del año.

1)Lewis Hamilton
2)Max Verstappen
3)Charles Leclerc
4)Valtteri Bottas
5)Carlos Sainz
6)Sebastian Vettel
7)Daniil Kvyat
8)Pierre Gasly
9)Daniel Ricciardo
10)Sergio Pérez

El resto

11)Alex Albon
12)Lando Norris
13)George Russell
14)Kimi Raikkonen
15)Nico Hulkenberg
16)Kevin Magnussen
17)Antonio Giovinazzi
18)Lance Stroll
19)Romain Grosjean
20)Robert Kubica

Lewis Hamilton PILOTO DEL AÑO.

Nuevamente Hamilton se posiciona sobre su auto y equipo en su más elevado punto de competitividad para asestar otro título. Evidentemente, los fallos de distintas índoles como los habidos en Ferrari (Asentamiento de estructura, pugna interna de pilotos, mecánica inestable) o Red Bull (Alianza en inicio con Honda, motor no fiable al principio) favorecieron a Mercedes pero aún así, Hamilton se empleó a fondo para sacar esa tesitura que todos conocemos y vencer el reto inicial de su compañero de manera contundente, dejando esparcida muestras de su excepcional clase. El fin de semana de Mónaco, su presión inmisericorde en Canadá, el límite en su patio (Inglaterra) su brutal asedio con victoria en Hungría o su puño de mesa en Japón amén de la sapiencia y madurez que demostró en las pugnas tras el verano (Spa, Monza) o bien cuando falló en Alemania. Lewis, va por el séptimo y solo la juventud y osadía de sus rivales con un material adecuado deben hacer lo posible para sacar la alfombra y desestabilizarle, de lo contrario su cielo no tiene límite.

Max Verstappen

Tres enormes victorias, llenas de pasión, de lucha hasta el último minuto o de dominio sideral, confirman lo que todo sabemos; que es un fuera de serie clamando por el auto correcto.

Su primera gema -Austria- cuando con el auto en el punto adecuado le permitió volverse un ferrocarril para capturar en el último giro a su presa y ganar de manera rutilante.

La segunda, en Alemania, probó su nivel de madurez. Reinó en medio del caos y fue capaz de ser agresivo y al tiempo voluble para superar su ansia por la victoria. Espectacular.

Y el remate de Brasil no ha podido ser mejor. Luchó cuerpo a cuerpo contra titanes y dejó una huella de superioridad en un territorio para grandes hombres.

También, debió digerir los posible buenos momentos que Mónaco o Hungría le negaron. También, aprendió a respetar su rival como ocurrió en Francia (Leclerc) de todo esto, Max tomó una buena lección.

Con su entrega a Honda, Verstappen es la pieza de lujo en Red Bull ambicionada por todos. Compite muy duro dentro y fuera de pista como ha demostrado en los últimos Grandes Premios al cargar contra Ferrari. No tiene complejos. Es una fiera ansiosa de ir a la pista siempre y demostrar que es posiblemente el mejor de su generación. Esperemos que tenga oportunidad inmediata de lograr lo que desea.

Charles Leclerc.

Charles le ha dado la razón al plan Marchionne y todos quienes siempre quisimos que Ferrari se quitara el anacrónico concepto de experiencia, victorias y/o títulos para fichar a un piloto. Desde cuando le increpaba al equipo vía radio en el mismo primer GP del año sobre su velocidad versus la de Vettel, pasando por muchos otros pasajes, Leclerc demostró que no vino a secundar a nadie y que el plan de “aprender” durante el primer año no le iba.

¿Apoyado desde altas esferas? ¿Aprovechó la inercia de la nueva directiva (Binotto)? ¿Arrogante y desafiante en contra del interés supremo? (Equipo) Seguramente. Sin embargo, su impronta es de tal magnitud, que ahora ha puesto en el difícil trance al equipo más ortodoxo de la Fórmula Uno en manejar estos temas de jerarquía e intereses conjuntos o individuales.

Leclerc, ha probado su enorme velocidad y que aprende también muy rápido. Bajo presión, demostró su clase siendo la cátedra máxima en Monza delante de las miles de almas que celebraron a toda fiesta su espectacular victoria.

¿Inmaduro? Seguramente. En Austria frente a Verstappen pecó de confiado. En Rusia frente a Vettel otro tanto. Puedes recopilar distintos pasajes del año en donde no fue de un todo consistente o asertivo pero aún así, su confianza persistente, su frescura al volante y el talante de rebeldía además de su velocidad innata, lo ha convertido en un santiamén en el centro de las miradas para el disfrute de quienes queremos una lucha a tres o cuatro bandas.

Valtteri Bottas

Valtterí, hizo temer a todos, especialmente a Hamilton sobre la reedición de un nuevo “Nico Rosberg” y nos entusiasmó con su energía llena de avena y una seguridad casi arrogante sobre el “nuevo” individuo que vimos aplastando a todos en Australia.

Aunque fue bastante consistente, el finés aún necesita un punto superior de juego si quiere en verdad comprometer no solo a su compañero de equipo sino a la camada de jóvenes que le han eclipsado de manera evidente.

Bottas, tuvo pasajes de molestias físicas e incluso su confesa situación sentimental final que le alejaron posiblemente de un mejor desempeño. Aún así, es indiscutible que ha sido muy fuerte y capaz al punto que el subcampeonato recayó sobre él. Sabe manejar la presión y cuando es su día, es difícil quitarle el pastel de la boca.

Necesita de muchos días consecutivos al máximo. Necesita ser más agresivo, más sorprendente y menos predecible y entonces será un rival muy serio para todos.

Carlos Sainz

El “Smooth operator” de la Fórmula Uno emerge como un valor al que no se puede dejar por fuera tras su espectacular demostración de consistencia y madurez exhibida en este 2019.

No es más el veloz leñador, lleno de ocasionales y rudimentarias maniobras que le perjudicaron en el pasado reciente. También ha crecido, lidera a McLaren en su estado de transformación y para más, parece tanto y más rápido que cuando pertenecía a la escuela de Red Bull o a su tránsito por Renault.

Carlos, será harto interesante de verle progresar y posicionarse en el mercado de pilotos para 2021 como una inesperada pero aún mejor carta de protagonismo al máximo nivel.

Sebastián Vettel

La posición que Vettel le ha tocado padecer dentro de Ferrari ningún campeón la querría. Por ello hablamos de “padecer” . Ahora bien, visto que el tema jerárquico que todos presumen fue “usufructado” con el consentimiento de Ferrari (Deliberado o no) ¿Fue su desempeño el que mejor expone su renuencia a perder su estatus?

No para nosotros.

Vettel estuvo con frecuencia intentando descifrar las prestaciones de su auto, y mas aún, la velocidad de su compañero especialmente en sesiones de clasificación.

Canadá marcó su punto de inflexión con una injusta descalificación. En Singapur volvió con su clásica velocidad y energía, mientras que en Rusia demostró tener muy claro que el mínimo resquicio de debilidad o ingenuidad de su compañero lo devolvería con malicia a la competición.

Frente a la debacle de rendimiento en los últimos compases de la temporada de su auto, Vettel emergió como el faro de credibilidad solo para volver a las andanzas con su atronador error en Brasil para promover un cierre anónimo.

2020 parece un año decisivo en su carrera. Hay consenso, no está cómodo, no encuentra los parámetros de quienes le desafían. Y su compañero de equipo parece, por segunda vez, el factor de desequilibrio que pueden hacerle ceder ante su meta: El primer campeón con Ferrari tras Kimi Raikkonen.

Daniil Kvyat

Dos cosas son muy difíciles en Fórmula Uno: 1) Tener una segunda oportunidad (Sobre todo si sales de la grilla) y 2) Hacerlo bien después de hacerlo. Y sí, el “torpedo” lo ha logrado.

Aunque no ha cambiado un ápice su estilo agresivo, ortodoxo y directo de correr, Daniil, coronó sus esfuerzos en el afortunado pero también bien llevado Gran Premio Alemán con su podio. Y no es el primero de su corta carrera, suma tres y habría que sumar su 7mo lugar en el principado este año como una demostración que tiene días de días en donde es un espectáculo verle correr.

Pierre Gasly

Su espectacular podio en el Gran Premio de Brasil, le ha liberado de la humillación de descender al equipo “B” luego de no dar las notas de rendimiento que se esperaban de él en Red Bull Racing. La tosquedad de Marko, llamándole en pleno verano para anunciarle la decisión, no minó su insistencia para terminar con una buena botija de puntos a fin de año.

Por supuesto, la mala noticia para él es que en Fórmula Uno cuando tienes una referencia de la magnitud de Verstappen estás obligado como mínimo, a seguirle el paso muy cercanamente lo cual no ocurrió. Y si fue por sentir la presión de tal contexto, entonces quedará condenado para equipos medios.

Daniel Ricciardo

Hoy, el eterno sonriente se habrá dado cuenta que tiene unos buenos ahorros tras firmar con Renault pero también un peso importante al luchar contra su auto (Y posiblemente contra su equipo) durante este año.

Sin embargo, pese a que en el debut parecía que padecería la fuerte oposición de Hulkenberg, no demoró en tomar el control del liderazgo del equipo y superarle de manera consistente.

El 4to lugar en Singapur su gema cercana al podio, sus remontadas en Canadá y Japón toda una demostración de sus facultades.

Sergio Pérez

Para Checo, adueñarse con autoridad del equipo del papá de su compañero de equipo, no le ha costado en absoluto.

Diez veces, lease bien DIEZ VECES con un monoplaza incómodo, que en determinados circuitos simplemente no entregaba su potencial, pudo “Checo” introducirse a sangre y fuego en el top ten.

Si algo explica su buena forma y su merecimiento de un equipo mejor, es la manera en cómo recuperó y consiguió un excelente resultado en el Gran Premio Clausura de Abu Dhabi.

UNAS PALABRAS PARA EL RESTO.

Alex Albón, Lando Norris y George Russell han probado que la profesionalización de categorías emergentes, generan muchachos capaces de tomar con madurez y ofreciendo lo mejor de sí -Además de dar espectáculo- y que tienen muy merecido cada uno, su arribo a la Fórmula Uno y el correr para equipos emblemáticos.

Mientras Raikkonen demostró su vigencia -Y que correr bajo menos presión también le favorece detrás de su gélida fachada- Nico Hulkenberg perdió su usual consistencia y fortaleza hasta palidecer con un retiro del que tendrá el amargo sabor de no haber jamás alcanzado un podio, y de que teniendo el auto (Y la motivación adecuada) habría conseguido mucho más en su carrera en Fórmula Uno.

Kevin Magnussen pasó de demostraciones robustas y consistentes al hastío con su monoplaza impredecible y sus maniobras carentes de tacto. Normal en él.

Giovinazzi tuvo dos etapas: La pre y post verano. La primera solo con algunos chispazos de brillo y muchos errores. La segunda con mucho mejor proyección lo cual le habrá valido su permanencia. 2020 tiene aspecto de frontera decisiva para él.

Lance Stroll guardará su “casi” podio en Alemania en la vitrina de los recuerdos junto a aquel suceso cuando si subió en Baku al estrado. Tiene algunos destellos de brillo pero opacados por su conducción nerviosa e insegura.

Grosjean estuvo al borde del retiro definitivo. Puede considerarse afortunado aunque mantiene su velocismo innato intacto.
Kubica simplemente hizo lo que pudo. Misión cumplida, no había espacio para más.

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2019: La gran temporada con un resultado predecible

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Finalizó la temporada 2019 de Fórmula Uno. Su resultado final no marca sorpresa alguna: El equipo dominante vuelve a ganar y su volante insignia ratifica su condición de «Supra» campeón. Fue el plantel mas homogeneo que resistió los retos y se mantuvo unificado en su objetivo. El fallecimiento de uno de sus pilares -Lauda- lejos de minarles mas bien los propulsó a conseguir otro lauro que encuentra explicación en un monoplaza flexible, un equipo técnico y táctico envidiable y lo principal: Recursos, muchos recursos liderados por un volante de élite.

Hasta acá, un «no-aficionado» diría que entonces no valió la pena desvelarse por un largo calendario para obtener mas o menos el mismo resultado de los últimos años. Pero un verdadero amante de la Fórmula Uno que haya evolucionado con la categoría, que haya superado la muerte de Senna, la incapacidad de Schumacher y el retiro de Alonso, podrá concluir que tuvimos un gran año.

Empecemos por un factor no despreciable y es el del éxito inmediato de la alianza Red Bull-Honda. Y es que cuando el constructor japonés bien pudo retirarse de la Fórmula Uno tras el ruidoso fracaso de la alianza con McLaren, el resultado es que han habido podios y victorias al punto que pudieron en un momento dado presionar al segundo lugar aunque finalmente sin éxito. No es cualquier cosa lo que hemos visto máxime, cuando las uniones de esta naturaleza pueden tardar mucho tiempo en «cuajar» y más aún con las dificultades que propone la era híbrida y el antecedente dejado por McLaren.

Hace poco, vimos el enunciado de Honda en donde «garantiza» por un par de años más su compromiso con Red Bull Racing lo que demuestra cuán importante era que esta alianza naciese con éxito. Y lo están logrando.

Ferrari vino a la temporada 2019 también con el sello de la incertidumbre. Maranello había demostrado desde 2017 tener el código para construir un monoplaza tanto y más rápido que el de Mercedes pero las cosas, se temían por los profundos cambios que existieron en la transición del fenecido Marchionne a sus sucesores. La gestión de Binotto y la inédita contratación del primer volante titular en décadas que se recuerde con apenas un año de experiencia y de propia cosecha, sin victorias o podio, hacían prever un año de encaje de piezas en la estructura italiana.

Ferrari finaliza en segundo lugar y desde allí eclosiona un nuevo ganador en sus filas: Charles Leclerc. Desde aquella comunicación radial en Albert Park cuando azuzaba a su equipo para instar a Vettel a ir mas rápido, hasta el incidente cúspide de Interlagos, el monegasco desafió a todos los pronósticos posibles, terminando con 24 unidades delante del tetracampeón alemán, ese que debía llevar en sus hombros la ventaja y el peso de la jerarquía. Se discutirá de muchas maneras pero Vettel fue atropellado por el ímpetu del jóven lo cual no es inédito visto en los últimos tiempos de Fórmula Uno en donde un púber profesionalizado es capáz de ganar incluso de manera precoz cuando se esperaba mas bien un «rodaje» de mayor recorrido. Ocurrió con Hamilton y más recientemente con Verstappen y ahora con Leclerc que desde Bahrein se habría convertido en ganador a no ser por el fallo motor.

Después del verano, Leclerc tomó las esperadas riendas y a nadie le importó en Spa y mucho menos en Monza si los intereses de Ferrari están debajo o al lado del piloto #1. No señor, Monza vivió una épica total y el nuevo héroe fue aplaudido pese a los quejidos de los conservadores que clamaban que «algo no andaba bien en Ferrari»

No todo fue aplausos para Charles y uno de esos momentos fue en Austria cuando Verstappen le propinó una dolorosa derrota y le hizo aprender sobre técnicas de supervivencia. En Rusia, su inocencia y pérdida de virginidad vivió otro tanto al confiar en Vettel.  Sin embargo cuando pisó Inglaterra, Leclerc demostró haber aprendido la lección como lo pudo corroborar el mismo Verstappen en un duelo en donde fue limitado con contundencia o bien Bottas en Monza cuando fue convencido de «Ir por la victoria» consiguiendo la pared maciza del irreverente volante de Ferrari.

Verstappen brilló bien sea ganando o perdiendo. En Hungría, su momento mas crítico para perder en donde mas duele -El último giro- mantuvo la compostura tras un electrizante reto frente a su referencia (Hamilton) mientras que en Austria y Brasil nos regaló su mas pura esencia: Pisar a fondo hasta el final y hacer posible lo que parece imposible.

Haga su excepción con Francia y encontrará entusiasmo en la mayoría de los Grandes Premios, teniendo competición pura y dura, como no, con los argumentos técnicos de estos tiempos: DRS, lucha de compuestos blandos y duros creando ventajas y desventajas no prolijas entre otros factores. Remóntese a la espectacular tensión de la clasificación de Mónaco y luego recuerde la persecución final de Verstappen a Hamilton. Evoque otro tanto en Canadá con Lewis presionando y consiguiendo sacar a Vettel de sus casillas para que este recobre su brillo y gane siendo penado injustamente. Alcance el máximo orgasmo en Alemania cuando por fin la lluvia creó ese caos que tanto anhelabamos y en el que no por casualidad gana Verstappen mientras el drama se empoderó de muchos volantes como Hulkenberg que perdieron la oportunidad de sus vidas allí. Rememore el épico regreso de Vettel al aplauso en Singapur. No ignore la arrancada en Australia con Bottas demostrando que la avena puede obrar milagros…. Hemos tenido mucha acción durante todo el año y lecciones de pilotaje por muchos flancos.

Detrás a los inaccesibles dominantes, McLaren volvió cual ave fenix, inspirada además con Carlos Sainz. El madrileño ha demostrado cuanto mas puede España ofrecer aparte de la nostalgia por un campéon recién retirado. El podio de Interlagos es una clara advertencia de que la gestión Brown-Siedl está afinada y que los británicos seguirán pisando con firmeza los talones siendo referentes plenos en la «Segunda mitad del pelotón» y en franca preparación para la reposición de la alianza con Mercedes para cuando la Fórmula Uno cambie drásticamente: 2021.

¿Novatos? Pues varios y buenos. Albón se ganó su pasaje a Red Bull desde Toro Rosso a punta de velocidad. sabiduria y prudencia. Gasly demostró su talante al brillar en el descenso del cielo al infierno y capturar un magnífico podio en Interlagos. Russell aplastó las intenciones figurativas de Kubica quién con dignidad recorrió su fallido retorno a la Fórmula Uno. Norris demostró especialmente en clasificación su enorme potencial mientras que Giovinazzi tuvo una necesaria mejora tras el verano que le confió la posibilidad de seguir en Alfa Romeo.

Nos quedamos con el gran sabor que la Fórmula Uno tiene esperanza. Que lo que requerimos es mas voluntad y valentía de cambio. Ha sido el mejor año de la era híbrida. Ha sido el año en el que vimos el resurgir de Kvyat, la inmensa persistencia de Checo o el persistente brillo de Ricciardo. También la insistencia inconsistente de Bottas. Fue el año en el que enigmáticamente Stroll casi vuelve a subir al podio. Es el año en el que Raikkonen probó tener fuelle para seguir de largo con nosotros.

¿Perdimos algo? Seguro. Ferrari nos llenó el visor de alquitran con sus métodos de maniobrar el flujo de combustible y la Federación -FIA- timorata al tratar tan delicado tema. También se nos marcha Nico Hulkenberg dejando el amargo sabor de que no tuvo ni suerte ni el auto propicio para demostrar sus dotes.

Mercedes y Hamilton son merecidos campeones. El «Martillo» de la Fórmula Uno sigue tan motivado, talentoso y excéntrico como siempre o como nunca. Va por el record de los siete titulos. Si Ferrari y Red Bull logran poner el ajedrez en su lugar, apostariamos a que 2020 podría ser una temporada épica con Lewis, Max y Leclerc batallando cuales gladiadores a sus máximas posibilidades. Esto, y antes del enorme «reset» que además estará azuzado por las desventuras del mercado de pilotos.

Que así sea.

 

 

 

 

 

 

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