Lewis Hamilton se ha coronado pentacampeón del mundo en la Fórmula Uno. Aunque en 2018 vivió momentos en donde parecia podía sucumbir ante el poderoso monoplaza de Ferrari y su némesis Sebastián Vettel el inglés -fiel a su esencia- se mantuvo siempre en alza. Cuando no ganó llegó o muy cerca o bien se prometió a si mismo resarcirse en la próxima oportunidad. Y así se coronó con comodidad a falta de dos fechas para el final del campeonato.
Y así lo describe Nico Rosberg, el único que compititiendo frontalmente le sacó un título de la manga: «Tienes que aprovechar sus momentos de debilidad porque emergerá mas fuerte que nunca»
Hamilton combina un talento indiscutible con una gran seguridad en si mismo. Disfruta los autos, la competición, ganar o recuperarse tras perder. Tiene las palabras precisas para demostrar que es un competidor noble, justo, limpio pero jamás genuflexo o débil. Es un iconoclasta como lo prueban sus peinados, tatuajes, vestimenta y vida de «rico y famoso» Humilde no es una palabra que le calza bien pero viene desde un trabajado mundo en donde la abundancia de recursos y los problemas personales no le faltaron en su niñez. Los superó con trabajo, dedicación y siempre disfrutando lo que hace.
Como han sucedido con grandes íconos como Schumacher, Senna o Fangio a quién alcanza hoy en cantidad de títulos, puede ser derrotable pero no se repliega jamás. Demanda a su equipo dedicación y un nivel enorme de atención y exigencia pero también sabe reconocer en las mieles de la victoria y formar parte de un «team» con dedicación y mucho trabajo. Y puede disfrutar como cualquier chico jóven de su edad de una disco hasta altas horas de la noche, bien acompañado y estar fresco como una lechuga en pocas horas sin un ápice de desgaste.
A simple vista, Hamilton lo tiene todo para ganar mas títulos e igualar y quizá superar a Michael Schumacher. Pero la Fórmula Uno a veces da giros inesperados. Mercedes fue una gran decisión de su parte el día que le compró la promesa a Niki Lauda de aventurarse con la estrella de las tres puntas. Es la «suerte» que se compone del sentido de la oportunidad y del trabajo la que le ha permitido estar en el lugar correcto en el momento correcto. Quizás, su próximo desafio aparte de una Ferrari y un Vettel por fin precisos y armoniosos, sea el que ganó hoy de manera contundente el Gran Premio de México: Mas Verstappen. El holandés es el «presente-futuro» y tiene la garra y el talento necesarios para enfrentar a Hamilton. Necesitará sin embargo que la alianza Red Bull -Honda de resultado. Pero eso es ya otra historia que veremos desarrollarse a corto plazo…