Como parte de un completo programación de competición, Renault se involucra en la Fórmula Uno como constructor abandonando su estrategia transitoriamente exitosa de ser el mas eficiente suplidor de motores antes de la era de los V6 híbridos.
Hace tres años habría sido impensable para la división deportiva de Renault el abandonar la condición de proveedores aventajados de propulsores a varios equipos en la grilla para convertirse repentinamente en constructores de su propio equipo y a regañadientes ofrecer sus máquinas a los ahora antagónicos de Red Bull pero con la condición de un renombramiento de los mismos.
Y es que fueron los duras críticas desde el equipo con el que cuatro títulos fueron conseguidos en liza las que iniciaron un viraje no desconocido para los franceses: Abandonar la oferta de motores a sus clientes y centralizar esfuerzos en un nuevo intento de constructores exitosos, emular pues los gloriosos años de la década pasada cuando con Fernando Alonso como punta de lanza y Flavio Briatore al mando de la gestión se anexaron dos títulos consecutivos emulando lo que otra década atrás obtenían con la alianza con Williams, Newey y Hill o Villeneuve en 1996 y 1997.
Así es la Fórmula Uno y Renault lo sabe bien: Adaptarse o morir. Reinventarse o palidecer. Volver al futuro armando un bosquejo gerencial lleno de sangre nueva o conocida (Vasseur, Abiteboul, Chester, Taffin, Permane, Bell) y trabajar con un buen presupuesto, algo que el mandamás Carlos Ghosn ha tardado en entender, pero que seguramente tiene en cuenta si quiere enfrentar de manera exitosa a los todo poderosos de Mercedes y Ferrari y su relación tóxica con Red Bull cuya coexistencia seguramente se debe a la influencia de Ecclestone ¿Por cuanto tiempo? Quién sabe.
Al volante, Esteban Ocón y Carmen Jordá siguen ocupando posiciones de vitrina y desarrollo pero serán los jóvenes Kevin Magnussen y Jolyon Palmer los encargados de exigir a fondo al RS16. Es una dupla mas bien discreta con el danés saliendo de la siempre enrarecida atmósfera McLaren tras un año de adaptación tibia a la Fórmula Uno en 2014 mientras que el prospecto inglés fue negociado desde la saliente Lotus teniendo como mejor aval un sólido dominio en la GP2 también del 2014 y ejerciendo un papel de probador consistente durante todo el calendario 2015. Ambos; Aportan un poco de dinero fresco y la sensación es que serán «suficientes» antes que la marca del rombo ambicione a apellidos aquilatados. Para ello, debe transcurrir un cierto tiempo -Que se ha dicho entre dientes debería ser tres años- mientras se reorganiza la sede de Enstone y los recursos se convierten en tecnología y desempeño, algo que con los V6 híbridos que tan mal han impactado a Viry-Chatillion, será un verdadero reto lograr…
F1Blogprix: La otra visión. 