Apenas comienza el año 2018. El calendario cronológico humano comienza a transcurrir. Las factorías trabajan en silencio y con afán para conseguir sus monoplazas listos a tiempo. A fin de cuentas, es poco, muy poco el plazo que hay para tener un auto listo para los ensayos de Febrero respetando los convenios contractuales que otorgan algún supuesto descanso a diseñadores e ingenieros y otro tanto a pilotos y las actividades promocionales.
Lo primero es que dichos monopostos sean aprobados por FIA y sus regulaciones de seguridad entre las que sobresalen los «Crash test» que definen si el auto cumple parámetros mínimos. Lo demás, es la rápida adecuación de carrocería, aerodinámica y grupo propulsor y los múltiples detalles de avances probados ya desde final del calendario 2017. Y sobre este último punto es evidente que McLaren Renault y Toro Rosso Honda captan la máxima atención.
Ya en días recientes Tim Goss desde la dirección técnica de McLaren despejaba la bruma invernal explicando las complejidades que significan para los chicos de Woking adaptar la unidad Renault al chásis del MCL33. Lo menos que les inquieta es si el «Naranja Papaya» será el nuevo «livery» del monoplaza. Las diferencias de posición del propulsor galo con la unidad saliente (Honda) son notables. Sin embargo, resta importancia al asunto. Solo muestra la parte externa de la costra técnica que implica tal tópico y de paso, confirma que monoplazas nuevos desde «cero» en la Fórmula Uno no es algo factible sino cada vez que existe una ruptura total y real como cuando llegaron los V6 híbridos. Y sin embargo.
El mismo tenue nerviosismo ronda a los de Faenza con Toro Rosso. No por casualidad, la dirección técnica ha sufrido silentes e importantes movimientos.
Mientras tanto, Liberty Media parece encallada en avanzar a puerto seguro con cambios que complazcan a todos. Mercedes y Ferrari «alineados» para mostrar conjunta musculatura en clara oposición a un deporte lleno de equilibrio y cambios. Las amenazas de Ferrari han ocurrido hasta la nochevieja en donde Marchionne copa de vino en mano, reiteró su táctica ante sus mas íntimos. Las novedades se redireccionan al asunto de marketing, streaming y algo más de donde se pueda sacar punta.
Williams confirmó su line up de pilotos tras una larga espera. Sin sorpresas, Stroll estará acompañado por Sirotkin. Los de Grove hicieron una especie de «duelo» entre el ruso y Kubica. Argumentan mejores resultados y garantías del hoy segundo volante. Pero es el empuje de su chequera y sus influencias y también su persistencia lo que ha decidido a su favor. Mientras tanto, el polaco permanecerá como reserva y a la expectativa. En los tacones de Claire corre el instinto de supervivencia financiera que no da espacio a reflexiones absurdas sobre «pilotos de pago» y el coste de volantes mas atractivos y hasta experimentados gracias a sus preferencias. Así, en los últimos dieza años apellidos como Nakajima, Maldonado, Senna (Bruno) y ahora Stroll y Sirotkin han servido solo para sostener la columna vertebral monetaria pese a que en esta oportunidad, el nuevo auto sería la primera obra de Paddy Lowe y uno deduciría que la escogencia de volantes debió ser mas asertiva.
De resto, todo será progresivo en informaciones, rumores y elucubraciones. Alonso se divierte en Daytona, Force India busca como justificar que 90millones de euros frente a casi el doble de McLaren serán difíciles argumentos para volver a propulsarles en el 4to lugar. Y ello sin contar que Renault también ofrecerá mucho de que hablar en esa caliente zona media de esta temporada.
Las mejores noticias aparecerán pronto, con el deshielo europeo y el calor de la gasolina y las unidades de MGU…
F1Blogprix: La otra visión. 