Un Gran Premio de Italia es el equivalente a Monza. Monza es la mas pura esencia de la Fórmula Uno. No es solo lo que ocurre en pista que en esta oportunidad ha sido bastante poco. Es lo que rodea al ambiente, es el paddock, son las decisiones, la política del mas alto nivel de «Motorsport» posible. Y en esta oportunidad hay mucho por fuera de interés con poca duda…
- El problema de un piloto demasiado engranado consigo mismo
Lewis Hamilton toma un avión, baila cuerpo a cuerpo con Rihanna en una isla del caribe, regresa, se hace nuevo tatuaje, vuelve a salir y ve alguna pelea de buen rango (boxeo). Fuma un tabaco, saca el perro a pasear, almuerza con la reina, se pinta el cabello. Llega un miércoles al circuito y luce tan fresco y seguro de si mismo. Se reserva lo mejor para la Q3. Gana por 25 segundos. Se queja de las locuaces órdenes del equipo en los giros finales pero marca décimas de infarto. Es rebelde y al tiempo obediente. Su raza natural es la contravia pero acepta al que tiene poder. No se excede hablando. Simplemente actúa. Al terminar el GP se toma largos segundos en «sobar» a su auto como si fuese un caballo que viene de un clásico hípico. Luego, se asoma por las ventanas del salón donde se refresca y muestra su rubia cabellera. Se toma otro rato en mirar al público y en practicar una suerte de yoga instantáneo. Previamente no se había quitado la gorra en el minuto de silencio a Justin Wilson…
Este es el hombre del momento. Su gesta en números ya iguala a Senna. Su perfil dentro de la Fórmula Uno es el de un «Superstar». Su color lo hizo original y atípico desde el primer día. Se nota que exigió libertad a Mercedes. Mientras su inmenso talento siga haciendo perfecta sinergia con su bólido no habrán limitaciones. Lauda lo entiende y protege. Sus rivales palidecen ante él empezando por su compañero de equipo totalmente desconcertado ante su poderosa perfomance y su némesis Fernando Alonso hundido al fondo. Papá Dennis rumia sin que nadie lo note su arrogante tristeza.
2. ¿Conspiración?
Jo Bauer mostró a Mercedes en el último tercio del GP la penalización que se cocinaba. Un rubor recorrió a Totto Wolff que gestó órdenes con estilo gendarme a su equipo. Dieter Seztche miraba la escena mientras su bigote se movía. Lauda no hablaba. Lewis cumplió los 25 segundos. Fue avisado por Geoff Willis de lo que acontecía. Con naturalidad asumió la rueda de prensa mintiendo parcialmente sobre si sabía o no lo que ocurría. Tenía confianza.
Mas tarde, mucho después, Wolff se explayaba con los medios. Explicaba notas técnicas. Los 0,3PSI eran imperceptibles para arruinar una diferencia tan grande. ¿Para que Mercedes querría aprovecharse de una ilegalidad? Aunque Ferrari presionó en firme, no parecía capáz incluso con el viejo motor de Rosberg de poner en apuro real a Stuggart. Misterios. Luego el austriaco afirmaría que «No creía en conspiraciones». Para muchos fue un intento muy grave en todo caso. Para otros Mercedes mostró musculatura. Quedan las interrogantes.
3. Red Bull no tendrá estrellas en su lomo.
Los bien informados de la Formula Uno lo aseguran: Se quebraron las negociaciones entre Mercedes y Red Bull para proveer de motor a los energéticos. Pese a la supuesta injerencia de Ecclestone al presionar a los germanos estos decidieron unilateralmente. Ferrari sería el encargado mientras Renault se apresta a formalizar la compra a Lotus y dedicarse en exclusiva a su equipo. No aparece salvación en el horizonte. BMW o Toyota permanecen en silencio. La tecnología híbrida asusta y máxme con Honda viviendo otro calvario al estilo Renault.
4. Arai no pide disculpas.
El líder japonés de Honda ya no tiene el ceño de paz tan típico de los asiáticos. El mundo se le viene encima. Los 40 HP mas que Renault no se ven por ningún lado. Alonso afila el sable y despacha sus quejas. Boullier acepta que McLaren pierde patrocinio mientras no ve resultados. Arai, descarta cualquier gesto samurai de disculpas. Afirma que el problema no es de motor sino compartido con chásis aunque todas las evidencias sugieran lo contrario. Si Honda esta tan extraviada como parece, el calvario de Dennis apenas comienza. No tiene otra opción. Regresar a Mercedes sería humillante, montar propulsor Ferrari sería ridículo siquiera imaginarlo. Renault nunca fue de su agrado. Los cuernos se liman. Dennis no tardará en aclarar que no existe tal crísis y que son un equipo conjunto en fase de adaptación. Briatore opina. Alonso cavila. Esta claro que McLaren Honda esperaba mucho más, quizás demasiado mas en su año debut. El 2016 aparece tenebroso en el horizonte.
5. Ecclestone impasible.
Esta demasiado acostumbrado a lidiar con la presión. Acepta la política mezclada con su humor socarronamente ingles. No tiene problemas en reunirse con dios y el diablo al mismo tiempo. Esta convencido que los italianos si tienen el dinero adicional que aspira. Tendrá la última palabra. La multitudinaria recta llena de cohetes, papelillo, gritos, muchedumbre le impresiona poco. Dirá que Interlagos tiene algo parecido. Se sentirá contento de negociar con Imola o sin el menor escrúpulo colocará nuevos escenarios que «están en cola» por su turno. Esperará uno, dos años a que vengan corriendo a implorarle piedad para reinsertar a Monza en el calendario. Marchionne debe pensar en alguna solución porque a Ecclestone Renzi dificilmente le habrá quitado el sueño…
6. De 12-8.
Su departamento de prensa esta agotado de tanto intentar minimizar sus estruendosos fallos. Nuevamente no rodó sino algunos metros. Dos Grandes Premios de gran importancia tirados al foso. Además su compañero sigue siendo mas rápido en calificación aunque pierda valioso millaje en ceder la FP1 a un probador que -Por cierto- tiene un ritmo respetable. El narrador de la TV oficial ide su país intenta mezclar xenofobia con equidad. Admite que la labor del jinete del apocalipsis es mala. Mientras, responde a los medios foráneos con algunos monosílabos haciendo gala de humildad y paciencia. Nadie recuerda su gran gesta en España 2012. Fue un accidente, una colusión astral. Se vienen dificultades. El dinero desde su país esta seriamente comprometido porque depende de un complejo sistema socio político y económico. En el horizonte inmediato el comprador francés de «su» equipo posiblemente tenga otros planes que no sean mantenerle. Si conserva el patrocinio podría ser como mucho, extendido un año mas pero mas probable aún, cambie a un equipo con menos opción de las que ha conocido. Y de reojo mirará tan raudos a los autos blancos con colores Martini rendir en tan buena manera…