Cuando Michael Schumacher ganó su quinto cetro mundial e igualó a Juan Manuel Fangio, recuerdo haber leído un excelente análisis de la prensa deportiva inglesa sobre lo imperativo de que el volante insignia de esos tiempos recientes se decidiese sobre su retiro. El argumento muy «Mercadotécnico» se debía a un tema de imagen y a no exponerse a que los tiempos cambiantes le comenzaran a minimizar sus éxitos logrados hasta ese entonces.
Schumacher demostró que no era el momento colgando dos títulos adicionales. Pero luego y justamente en ese tiempo inmediato a sus siete dianas, no pudo con el dúo «Briatore-Alonso» . Si me preguntan, creo que fue un tema mas de «Altas y bajas» naturales de todo deporte en donde la alianza de estos últimos estaba en un punto superior. Ferrari, como demostró en Suzuka 2006, estaba ya al límite de sus posibilidades. No se podía más.
Entonces, sobrevino el retiro del plus campeón. Particularmente, me quedé con la imagen de un Schumacher totalmente desenfadado en Interlagos, colgando vueltas rápidas de asombro. No ganó, no llegó al podio pero atemorizó a todos con una espectacular remontada.
El Schumacher retirado fue un tipo inquieto, con mirada tristona en su condición de «Asesor» en Ferrari. Fue el que tomó los mandos en Cataluña de la conflictiva maquinaria de Maranello «Para evaluarla» ante la simpleza «técnica» de Raikkonen o Massa y dejar a todos atónitos con sus cronos. Fue también el «Motociclista aficionado» que con todo y caíday lesión en su cuello, probaba que la adrenalina podía mas que su abultada cuenta bancaria. Luego, era el hombre que sustituiría al malogrado Massa pero ese cuello afectado le dijo «No». Y entre otras cosas, se «divertía» poniendo a puntos autos de serie en Ferrari.
Entonces; Vino el «clamor» generalizado. Los éxitos de Button, Alonso, Vettel y Hamilton todavía no llenaban ese vacío. Comenzó el entorno de la Formula Uno a clamar por el regreso del «pluscampeón». La duda era si podría venir y demostrar que estos nuevos protagonistas tenían realmente «madera» para derrotarlo o no. Y Mercedes que abría con grandes ambiciones su proyecto, decidió ficharle generando así la gran noticia del retorno. Quizás, el mismo Schumacher tampoco cayó en cuenta que la F1 sufría un duro revés con la salida de BMW, Toyota y Honda y una titulación de un equipo oportunista que justamente, precedió a Mercedes -Brawn- Por tanto, Ecclestone sería el primero en aplaudir y motivar su retorno. Era buen dinero y mas encendido de televisores en el mundo.
Quiero dejar como opinión personal que no vino «A divertirse» como lo han excusado sus seguidores. Incluso, el mismo Michael cambió su «misión» al retorno. Cuando en Bahrein 2010 estaba a medio segundo tras Nico Rosberg, admitió que estaba «Muy lejos de sus estándares» . Y luego vinieron las excusas, el equilibrio del W01, el acostumbrarse, el entender al auto y al equipo. Ojo, todo esto es perfectamente válido pero la mayoría creímos que con unas ocho carreras sería suficiente.
Lejos de esto, el Schumacher ambicioso comenzó a resignarse a lo que sucedía. Mercedes no daba señales de ofrecerle las «Prebendas» del pasado que tanto disfrutó en Benetton y mejor aún Ferrari. Y así pasó el primer y segundo año con algunos chispazos de genio y también con esa oscuridad que lo excluye de tributos éticos como lo hecho a Barrichello en Hungaroring 201o. La frustración era evidente.
2011 fue un año en el que Mercedes debería haber mejorado el auto en función de Schumacher. La paliza propuesta por Rosberg en 2010 no fue nada normal. Las cosas no mejorarían con todos los movimientos técnicos del conjunto de Brackley pero pudo quedar a 14 puntos de Rosberg y alcanzar un cuarto lugar.
Y es ahora en este 2012 cuando consigue un podio y una pole en Mónaco, cuando se ceban sobre su efigie los problemas de fiabilidad que extenuan mentalmente a cualquier piloto. También es un año en el que tiene que ver con asombro cómo Raikkonen «Regresa y capitula» o como Rosberg consigue en Malasia una victoria que le debió dolerle hasta en el dedo gordo del pie derecho. Y para más, comete cosas insólitas como lo de Hungaroring que no se si vale la pena profundizar.
Mercedes finalmente da la puntillada: Ese cuento de que son los 7 millones de Euros «mas baratos invertidos» no van con Sttugart. Quieren lo mejor, lo más rápido. El intento final de ir por el título esta consumado y para ello confían en que todo engrane de una vez. Schumacher -Quién lo diría- queda arrumado para equipos medios si acaso. Y hoy decide comunicar su retiro.
Mi conclusión final es que Michael Schumacher es un «grande» estadísticamente y también un gran piloto. Pero también es el inicio de una Formula Uno «Post Senna» en donde el talento puro y duro ya no tiene el mismo valor. El Schumacher mas talentoso fue el que vimos en Jordan y parte de Benetton. Revisando, tanto Briatore como Di Montezemolo vieron en él algo más que velocidad: Llegábamos a los tiempos del piloto gerente. Es mi concepto de un piloto sumamente velóz que transmite inquietudes perfecta a sus ingenieros, que se trasnocha cual «CEO Workholic» con tal de que el auto quede a punto y que provee ciertas exigencias cómo un piloto compañero que «No le moleste ni desafíe». Si estoy equivocado busque un solo compañero «tope» para Schumacher en su carrera en la Formula Uno. No es casualidad.
Este tipo de pilotos no podría ganar de buenas a primeras en Mercedes que -De paso- tiene mucha «ansiedad corporativa» en conseguir resultados (Ellos no entienden como Red Bull lo hizo según parece) . Y claramente, siquiera Ross Brawn pudo orientar al equipo en pos del germano. Punto y final. A mi parecer si Schumacher realmente se vino a «divertir» a «ayudar» a algún equipo, bien pudo considerar por ejemplo, seguir en Sauber. ¿Cual es el problema? Checo subió al podio este año y estuvo muy cerca de ganar así que con algo de suerte y cáos en algún GP, aparezca la victoria Nro 92 y así anexarse al impresionante currículo estadístico del multi campeón Schumacher. Creo que Michael, prueba que las estadísticas, ofrecen «Una parte de la realidad» pero no toda. Cada título conseguido tiene singularidades: Autos de dudosa legalidad técnica (Benetton) facilidades políticas del entorno superior de la F1 (Ferrari, 2003, escándalo Michelin por ejemplo) y otras perlas. No, no todo ha sido una pantomima pero honestamente creo que nadie le pudo poner todo esto a Schumacher en perspectiva antes de regresar. Él definitivamente creyó que podía volver a hacerlo y hoy se da cuenta que era harto complicado. Ojalá y en estos Grandes Premios restantes le ocurriera el milagro. A mi, personalmente me gustaría volverle ver a ganar básicamente por una razón: Es un inmenso trabajador profesional y merece la recompensa. Veamos…